Emilio García
En la línea de transferencia del mando entre los guitarristas del jazz-rock criollos, Emilio García se instaló en lugar de jerarquía. Un músico que alcanzó gran prestigio e identidad como vistoso solista al promediar los ’90, cuando se lanzó en el liderazgo de sus poderosos tríos eléctricos y entonces pasó a ser el heredero de la guitarra jazzrockera detrás de los referenciales Alejandro Escobar (líder de Quilín), Edgardo Riquelme (de Cometa y Alsur), John Clark (de Kameréctrica) y Eduardo Orestes (de Ensamble).
Un largo adiestramiento sobre la guitarra clásica permitió a García desarrollar técnicas interpretativas que pronto iban a ser transferidas al lenguaje del rock, el blues y la improvisación jazzística. Mientras estudiaba guitarra clásica y de paso se sumergía en el lenguaje eléctrico del blues, en 1986 fichó en el grupo Aparato Raro, con el que grabó el álbum despedida Blanco & negro (1987). Pero fue en 1988 cuando comenzó su verdadera carrera solista
Junto al baterista Raúl Aliaga (y luego con el bajista Marcelo Aedo) cofundó y colideró el “power trío” Trifusión, un primer acercamiento al formato de banda electrificada que sería la más cómoda de las estructuras en su futuro como guitarrista. El trío grabó Tierra (1990) para EMI y un año después de disolvió. En 1995 estableció sus propias agrupaciones encabezando la convocatoria de solistas surgidos en los ’90 y alineados fuertemente con el rock y el jazz eléctrico. Con Miguel Pérez (bajo) y Cristóbal Rojas (batería) grabó su debut Emilio García Trío en vivo (1996), y luego puso en vitrina Ultrablues (2002), con otros músicos, como Marcelo Córdova (bajo) y Felipe Candia (batería). Aquí obtuvo una de sus más grandes sesiones expresivas con la homónima y desbordante “Ultrablues”.
Estos fueron sus dos aprontes iniciales a la cabeza de un proyecto jazz-rock, mientras alternó una larga participación como sesionista para músicos de diversa procedencia: Nicole, Cecilia Echenique, Eduardo Gatti, Pablo Herrera y Magdalena Matthey, entre otros. Al promediar los 2000 lanzó su tercer álbum, presentando un evidente cambio de perfil musical. Aunque siempre se mantuvo comprometido con la guitarra eléctrica, Lado B (2004) dio cuenta de una faceta oculta como compositor acústico más allá de los clichés de la música amplificada y el rock and roll estridente. Uno de los más valiosos guitarras de su época.
Discografía: Emilio García Trío en vivo (1996 – Autoedición)
Ultrablues (2002 – Edición extranjera)
Lado B (2004 – Fondart)
Fuente: Sello Oveja Negra