Cristóbal Tralaviña
Cristóbal Traslaviña nace en Santiago de Chile en 1982.
Estudia Fotografía Profesional en el Instituto Profesional de Arte y Comunicación (Arcos) de Santiago de Chile, Gana Beca Académica Universitaria proporcionada por la misma institución (2004-2006).Es Seleccionado para la revisión internacional de portafolios en FotoAmérica, Chile (2008) y para participar del Workshop Seminario Archivos Urbanos, dictados por el Artista Alemán Peter Piller (2009). Obtiene Residencia Artística en Fotografía en la Ciudad de Valparaíso, a cargo del artista venezolano Nelson Garrido (2010), También ha sido nominado al premio a la joven fotografía Chilena “Rodrigo Rojas Denegri”, Chile, (2010).Publicado en los libros Contemporary Chilean Photography 02/CNCA (2010) y Residencia Artística en Fotografía Nelson Garrido (2010). Ha expuesto individualmente en el Centro Cultural Matucana 100 (2010), y en exposiciones colectivas; Fotografía documental Premio Rodrigo Rojas Denegri Selección, Jóvenes Talentos, Centro Cultural Estación Mapocho, (2010), Santiago, (Chile), Disculpa, se nos cayó el sistema, Espacio G, Valparaíso, (Chile) y en la muestra De Chile con dolor, espacio Cellar, Santiago, (Chile) (ambas 2009).,Viva el pop”, en la galería Palermo H. Agosto (2009). Bs., Aires (Argentina), es seleccionado Para Foto-rutas en la Bienal de fotografía en Sevilla, (España ) (2009), en el Día Nacional de la Fotografía, Centro Cultural Matucana 100 (Espacio L, Galería central), exposición “Saldo a favor” (2008) y “Jóvenes Talentos de la Fotografía Chilena”, Foto-galería Arcos, Santiago, Chile (2007).
¿Cómo documentar el mundo sin renunciar a asumir una posición, la mía propia en este mundo?
Cristóbal Traslaviña propone una visión desde su propio mundo, en sus palabras se plantea la noción de “capturar un mundo salvaje, de desarraigados sin domicilio”, evocando y reflejando sentimientos de exterminio, desalojo y miedo a la contingencia actual.
En este caso Traslaviña lo representa desde su cotidianidad, en espacios reducidos, fallidos y oscuros. Esa hostilidad/afabilidad que nos plantea el autor en su serie, nos obliga a renunciar al concepto e idea de una sociedad tradicional, enmarcando la representación de una posible contra cultura, más allá de lo establecido de este mundo conservador, donde la exploración de fronteras desconcertantes son continuamente negadas.
En la serie de Traslaviña, se presentan momentos cotidianos desprovistos de las formalidades sociales a las cuales estamos acostumbrados y los retratados no actúan, simplemente viven.